Kharga Oasis

La primera imagen al llegar a Kharga no es ni mucho menos la del típico oasis en medio del desierto, y más si vienes del Norte atravesando los otros 3 oasis que encuentras por el camino. Kharga tiene más de 100.000 habitantes, se ha desarrollado bastante y la mayoría de los edificios de la población son de cemento y no muy agraciados.

Sin embargo, esta imagen que provoca que muchos viajeros omitan Kharga en su trayecto oculta totalmente la realidad del lugar, y es que si bien no puede venderse como un precioso pueblo-oasis, aquí hay milenios de historia, y mucha aún está en pie, como son los templos y castillos que podrás visitar en esta región. Por otro lado, la población de Kharga es, a diferencia de otros lugares, de origen bereber, con raíces a la época en que Kharga era una parada en el conocido como Camino de los 40 días entre Egipto y Sudán, una importante ruta comercial... de esclavos.

Entre las visitas destacadas si decides dedicar algo de tiempo al oasis de Kharga se encuentran la Nectrópolis de Bagawat, el Tempolo de Hibis, el templo de Qasr al-Ghweita (que se encuentra en mucho mejor estado que lo que cuentan algunas guías y libros) o la fortaleza de Qasr el-Zayan, también mejor conservada de lo que se suele leer por ahí.

Unas de los lugares de interés situados más alejados pero con gran atractivo es la fortaleza de Ain Umm Dabadib, cuyos orígenes se remontan a la época romana, con templos aún medio en pie y restos de iglesias que rodean el complejo. También el castillo / fortaleza de Qasr el-Labeka es creación de los romanos, aunque con técnicas locales de construcción, y se encuentra en el camino de las caravanas, también en un lugar alejado en medio del desierto de dunas, donde solo puede accederse en 4x4. Finalmente, la fortaleza de Ed-Deir protegía la ruta de caravanas más corta entre el Nilo y el oasis de Kharga, y aún su muralla y la mayoría de sus 12 torres pueden verse en todo su esplendor.